Cultivando fresas desde la semilla hasta la planta

Cultivando fresas desde la semilla hasta la planta

Plantar a partir de semillas es una forma excelente de cultivar tus propias frutas y verduras, sobre todo si no vives cerca de una tienda de plantas que tenga la planta específica que quieres (o simplemente si quieres animarte a hacerlo de una vez). El proceso de plantar fresas a partir de semillas no es difícil; sólo lleva un poco de tiempo. Puedes empezar a cultivar fresas en interior o exterior, dependiendo de tu zona climática. Si eres nuevo en esto de cultivar con semillas, aquí tienes algunos consejos que te lo pondrán más fácil:null


Cultivar fresas a partir de semillas es muy sencillo!

Las fresas son una de las plantas más fáciles de cultivar. Crecen en condiciones muy variadas y, siempre que las plantes en primavera o a principios de verano, producirán rápidamente deliciosos frutos que podrás comer frescos durante todo el verano.


Asegúrate de contar con las condiciones adecuadas

Si quieres cultivar tus propias fresas a partir de semillas, necesitarás las condiciones adecuadas. Las fresas crecen mejor en un lugar soleado, con tierra bien drenada y un pH de 5,5 a 6,5. Les gustan los suelos arenosos y arcillosos enmendados con estiércol compostado u otras materias orgánicas.

Si es la primera vez que cultivas fresas, considera la posibilidad de comprar esquejes en lugar de empezar a partir de semillas, porque así tendrás más control sobre el entorno de cultivo y evitarás plagas y enfermedades que pueden matar a las plantas jóvenes antes de que se establezcan en su nuevo hogar.


Elige las semillas adecuadas 

Hay algunas cosas que debes tener en cuenta a la hora de seleccionar tus semillas de fresa. Evita las semillas de más de un año. Las semillas más viejas suelen tener tasas de germinación más bajas, e incluso es posible que no germinen en absoluto. Como dice el refrán, "más vale prevenir que curar", así que compra semillas nuevas.

Prepara la tierra

A continuación, prepara la tierra. Para ello, suele mezclarse con compost, estiércol u otra materia orgánica. Mézclalo en la capa superior del bancal del jardín y, a continuación, añade una ligera capa de compost por encima de todo. Tus plantas agradecerán tener materia orgánica de la que alimentarse mientras sean jóvenes; esto les ayudará a crecer rápidamente y a prosperar incluso después de las primeras cosechas.


Siembra 

El siguiente paso es plantar las semillas. Si tienes jardín, puedes plantarlas en el suelo o en un bancal elevado. Si no tienes jardín, no te preocupes: también puedes cultivar fresas a partir de semillas plantándolas en macetas. Tendrás que elegir el tipo de recipiente y la mezcla de tierra que mejor se adapte a las necesidades de tus semillas, así como el espacio que quieres dar a cada planta cuando madure. 

Por ejemplo: 

  • Una maceta para fresas puede albergar hasta ocho plantas a la vez; son ideales si quieres muchos frutos pero no tienes mucho espacio en el jardín o en el balcón. 
  • Las semillas de fresa plantadas directamente en el suelo necesitarán espacio a su alrededor para que puedan extender sus raíces y crecer lo suficiente antes de que llegue el invierno del año que viene, cuando volveremos a empezar con todo este proceso de nuevo... 


Consejo: Si siembras plantas jóvenes (esquejes), coloca con cuidado tu plantita de fresa en su nuevo hogar en un ángulo orientado hacia el norte: esto ayuda a evitar las quemaduras del sol durante los calurosos días de verano, cuando esas hojitas verdes podrían quemarse si se exponen directamente contra la luz del sol durante todo el día.

A continuación, sigue con el cultivo y el mantenimiento de tus fresas.

A medida que crezcan las fresas, sigue regándolas y abonándolas según las recomendaciones. Cubre la planta de fresas con paja u hojas y cúbrela con una malla que mantendrá a los pájaros alejados de la fruta hasta que estés listo para cosecharla. Y si quieres más plantas para la primavera del año que viene, planta nuevas semillas en macetas en el interior durante los meses de invierno.

Conclusión

Eso es todo. Ya puedes cultivar tus propias fresas a partir de semillas. Pero recuerda: los frutos tardan un poco en aparecer, así que ten paciencia. Y la mejor manera de que tus plantas se mantengan sanas es darles mucho sol y agua, y, por supuesto, recibir visitas regulares de nuestras amigas las abejas.

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