CONSEJOS PARA CULTIVAR TOMATES EN UN BALCÓN
Cultivar tus propios alimentos es una de las cosas más satisfactorias de la vida. Cuidar tus plantas con mimo hasta obtener los frutos y disfrutarlos en la mesa con tus seres queridos es algo difícil de superar. Si vives en la ciudad es una experiencia más complicada de llevar a cabo, pero no hay nada imposible. Si tienes un balcón y un mínimo de sol, puedes hacerlo sin problemas.
Sigue nuestros consejos, arriésgate con un microhuerto urbano y cultiva tus propios tomates en tu balcón.
El primer paso es averiguar si tu balcón reúne las condiciones mínimas necesarias para cultivar tomates con éxito. Lo principal es que la planta reciba suficiente luz solar directa (al menos 6 horas al día).
Si es así, el siguiente paso es elegir una variedad adecuada para el cultivo en maceta y, sobre todo, para el clima de la zona en la que vives. Te aconsejamos que elijas una variedad fácil si es tu primer cultivo en balcón, en este caso una variedad de tomate de las llamadas "determinadas" (en contraposición a las variedades "indeterminadas"). Las variedades determinadas crecen un poco más pequeñas, se mantienen más compactas y dejan de crecer cuando alcanzan la edad adulta, mientras que las variedades indeterminadas tienden a crecer mucho más y requieren más atención, podas y otros tipos de cuidados. Además, las variedades determinadas suelen dar fruto al mismo tiempo y pueden recolectarse todas a la vez.
En las tiendas de jardinería encontrará las semillas que mejor se adapten a sus necesidades y también podrán orientarte a la hora de decidirte. Vamos a recomendarte algunas variedades que crecen muy bien en maceta y son adecuadas para el clima mediterráneo:
Cherry, Roma, Marmande, Corazón de Buey, Raf y Kumato son buenas variedades para el clima mediterráneo...
El siguiente paso es preparar el recipiente y la tierra. Es aconsejable utilizar macetas de al menos 30 cm de diámetro y con una profundidad de 30 a 40 cm. Para un buen drenaje, puedes colocar una capa de piedras o grava en el fondo de la maceta antes de añadir la tierra. La tierra para macetas debe tener una buena capacidad de retención de agua. Merece la pena invertir en un buen sustrato para evitar problemas posteriores. También es aconsejable añadir materia orgánica a la tierra para mejorar la retención de agua, como un buen humus (humus de lombriz) o compost.
SEMBRANDO LAS SEMILLAS
Si planeas cultivar tus propias plantas a partir de semillas, es aconsejable sembrarlas en el interior en marzo o abril, y luego trasplantarlas al exterior cuando las temperaturas sean más cálidas y hayan pasado las heladas.
Si prefieres comprar plantas consolidadas (o plantones), el mejor momento para hacerlo es a partir de abril. Las plantas de tomate se pueden trasplantar a la maceta definitiva cuando tengan unas 4 hojas verdaderas y midan unos 15 cm de largo. Esto suele ocurrir unas 6-8 semanas después de la siembra. Asegúrate de no dañar las raíces al trasplantar.
Una vez trasplantados, es aconsejable cubrir la tierra con materiales orgánicos como paja, hojas secas o mantillo para reducir la evaporación del agua y mantener la humedad en la tierra.
CUIDADO DE LAS PLANTAS
Los tomates necesitan mucho sol, por lo que es importante colocar la maceta en un lugar que reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día. También es importante regar las plantas con regularidad y mantener la tierra húmeda. Hay que evitar regarlas durante las horas de luz solar directa y se aconseja hacerlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
Es aconsejable abonar con un fertilizante orgánico (siguiendo siempre las instrucciones y dosificación del producto que decidas utilizar), rico en fósforo y potasio, para que las plantas tengan todo lo que necesitan para producir de forma óptima. Añade el abono a tus riegos en cuanto aparezcan las primeras flores. Así maximizarás tu cosecha y mejorarás el sabor y el tamaño de los frutos de tus tomateras.
PODAS Y MANTENIMIENTO
Es importante podar la planta para evitar que crezca demasiado y favorecer el crecimiento de los frutos. Hay que eliminar las ramas laterales que no dan fruto y las hojas muertas. También es importante vigilar las plagas y enfermedades y tratarlas con insecticidas y fungicidas orgánicos si es necesario.
Esperamos que estos consejos te sean útiles para tu proyecto de cultivar tomates en tu balcón,
¡suerte!
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